Сегодня день рождения у
Никто не пишет литературу для гордости, она рождается от характера, она также выполняет потребности нации...
Ахмет Байтурсынов
Главная
Спецпроекты
Переводы
Mailin Beyimbet "El milagro en la noche de la bendicion"

02.12.2013 1575

Mailin Beyimbet "El milagro en la noche de la bendicion"

Язык оригинала: EL MILAGRO EN LA NOCHE DE LA BENDICIÓN

Автор оригинала: EL MILAGRO EN LA NOCHE DE LA BENDICIÓN

Автор перевода: not specified

Дата: 02.12.2013

La vida del mullah Baykan durante los últimos dos o tres años ha sido, según su decir, una vida de perro.

El ganado se contrajo y los ingresos disminuyeron y en los aul dejaron de respetarlo. Incluso los piadosos Sofí que antes lo llamaban respetuosamente Taksyr1 y obsequiosamente le estrechaban la mano, preguntándole a cada paso las sabidurías y enseñanzas de la sagrada Sariá del Profeta, comenzaron a pensar en sus vientres. Sofí Ibray, que recientemente, día y noche movía las piedras del largo rosario obtenido de Ishan, ahora se talló  de un turbante una camisa larga y camina  como un simple hombre tras el arado de madera.
- Oh, Dios mío, ¿Qué pasó con el pueblo? Parece que en efecto el fin del mundo ha llegado... - Suspiró abatido Baykan-mullah.
"... Y    ahora, otro problema apareció – el Komsomol- la Unión de Jóvenes Comunistas. Pensé: esto es un monstruo de un solo ojo, pero resultó ser - ¡nuestros bribones del aul...! A muchos de ellos hace seis años todavía yo mismo les había enseñado. ¡Oh, Dios mío! ¿Es que las enseñanzas sagradas no fueron útiles? ¿No les he educado en el espíritu de los justos? Y ahora suenan los pífanos y la armónica, y ¡entretienen a Satanás! "
Los ateos del Komsomol no salen de la cabeza del Mullah Baykan. Ellos, dirigidos por un profesor, están especialmente en feroz oposición a la religión. Leen poemas viles, ponen actuaciones blasfemas, y se burlan de los fieles siervos de alá. Baykan, por supuesto, no va a sus reuniones, pero sabe muy bien
1 Señor.

 
Lo que está sucediendo allí, y dentro de él las plumas se revuelcan de rabia. Los bribones descalzos, después de haber aprendido las cancioncillas del Komsomol cantaban acerca de él:

... Al igual que un perro, come – y no trabaja,
Chupa la sangre como un piojo, no sufre – ¡Den limosna al pobre Mullah...!
- ¡Oh, el creador todopoderoso! - A veces en desesperación reza Baykan-mullah. - Mejor sería para mí la muerte que ver esas cosas.
Recientemente, en la casa de Idris hubo una reunión y allí, por supuesto, estuvieron presentes los miembros del Komsomol. Encabezados por el  profesor del aul y el secretario soviético del aul- Karim. De estos dos líderes  Baykan-Mullah odia particularmente a  Karim. Solo de su nombre él tiembla. Y esto es por una razón especial. Hoy el Mullah enterró a Mat Nimbaya  y no reveló  con mucha  prisa este hecho al consejo del aul- "¡Usted leyó la oración por la muerte sin avisarnos!" Karim le gritó y escribió el protocolo que luego entregó a la corte, y el profesor no dijo nada. Desde este momento el  mullah razonó que tal vez el profesor no es un jinete  tan malo. Aunque, por supuesto, perdió su camino, sin embargo, debe ser de dignos padres. Y además cada vez que se encontraba con el profesor  se iniciaba una conversación seria.
- Es necesario trabajar, venerable. Tome un trabajo útil – le decía el profesor.
¿Quién puede decir que este es un mal consejo?
Por lo tanto, a esta reunión en la casa de Idris entró sin ser visto, el mullah  Baykan. Llegó el profesor, seguido por Karim. El Mullah no apartaba su vista del último. Y este cada minuto accedía al maestro, moviendo en afirmación la cabeza, luego se levantaba y se sentaba de nuevo, y en todas las ocasiones exclamaba con pasión : "¡Sí, sí! ¡Eso es! ¡Eso es! ¡Justo! ¡Eso es! Baykan miraba y escuchaba todo haciendo una mueca de desprecio.

"¡Un hombre insignificante! - Decidió. - Se puede ver que es un tipo cuyo destino es de ser un servidor. ¡Siempre se colgará sobre el regazo de alguien! "
Sin embargo, el mulá no permaneció hasta el fin de la reunión. Ojala no  llame la atención de estos hijos de puta. Pues dirían  inmediatamente: "¡Nuestro  mullah está en las reuniones!" Oprimido y exasperado, se arrastró a su casa, y aquí, como una camella loca, se lanzó sobre él su mujer. Gritaba en toda la casa, perseguía a dos sucios erizos dándoles palmadas por todas las esquinas.
- Desde la mañana, toma un bastón y se va de casa en casa, en vano – gritó ella -, y de que no hay nada que comer en casa, esto él no piensa.
- Apyrmay, ¿crees que no quiero ganar un poco de dinero? - Se justificó el mullah. – Ahora nadie  no da limosna. No hay beneficios. Y si muere alguien entonces el Kodebay del aul se lleva todo. Hambrientos, dijo. Los pobres, dijo. Y si el  memorial es sin ingresos, ¿cómo puedo ganar algo? ¡Piénsalo!
"Se olvidaron de Alá los  malvados.  Se acerca el fin del mundo ", - pensó el mullah. Y se imaginaba que en la tierra no quedó ni un musulmán benevolente, que todos son ateos, y que sólo escuchan los discursos de los apóstatas pudendos. Pero no importaba cuán enojado estaba el mullah, que no tenía la fuerza para resistir el flujo de la vida, y oponerse a la nueva forma de vida...
En los últimos tiempos, el Baykan-Mullah es perseguido por un pensamiento secreto - convertirse en un hacedor de milagros. "Si yo hubiera creado un milagro - pensaba – todos se habrían revuelto a mí, tendría todo el vecindario en mi boca. El mismo Karim hubiera negado su Komsomol y sería mi siervo fiel. Él aprobaría cada palabra mía, diría: "¡Sí, sí! ¡Eso es! ¡Eso es! ¡Justo! "Sólo al profesor probablemente no sería capaz de seducir. Este infiel tiene su propia fuerte fe”.

Este pensamiento no le daba descanso, al Mullah. Si pudiera hacer milagros, por ejemplo como Musa Payghambar, convertiría a Kodebay y a Karim - por el hecho de que le impidieron llevar a cabo un servicio conmemorativo y también  combinar un matrimonio musulmán honesto y piadoso - en vagabundos muertos de sed. O, como Lot-Payghambar. Los convertiría en pilares de piedra. Todo esto, por supuesto es una tontería para un hacedor de milagros. Hay que sólo  aprender el misterio sagrado. Y en la espera de un milagro, esperando a la gracia de Dios, el Mullah todas las noches leía un roto y ennegrecido libro, por el tiempo,  de las Escrituras Sagradas y oraba como un insano...
Llegó la noche de las bendiciones. A esta el  Baykan-mullah se preparó especialmente. Constantemente susurró con todos los sentidos "Isim Agiza," se puso el caftán multicolor – el cual por lo general se pone al servicio memorial, un nuevo turbante le envolvía la cabeza, colocó en el suelo la alfombrilla - Jai-namaz, para la oración y cayó de rodillas sobre esta. Movió las piedritas del rosario, tan largo como   el intestino delgado, obtenido del Ishan, y cantó por vía nasal la oración "Subyhan Alá." Los sueños pululaban en su cabeza, y se elevaban hacia el cielo, se acordó de los hechos extraordinarios de los antiguos hacedores de milagros. El corazón le latía en los sentimientos de la gracia de Dios. Le parecía que un ángel le tocaba con sus alas y le susurraba- "Hoy en día, el deseo se hará realidad, hoy en día."
Y entonces - sea en un sueño o en la realidad - de repente se encontró en una mezquita  alta, con una bóveda que llegaba hasta el  cielo y adornada con  escritos sagrados. Como si estuviera parado en el mismo mihrab - una elevación desde la que predican sermones, y en sus manos un  rosario. No un rosario como el que ha recibido, sino uno con piedras preciosas. Alrededor de él sentados  Múridas  con turbantes blancos

Que repetían después de él las oraciones. "Ia, Al-á ..." - y el eco retumbaba en la mezquita.
Baykan-Mullah levantó la cabeza, todavía sin saber si estaba en un sueño o en la realidad. Y a lo lejos, oyó la llamada de una voz suave.
- En este mundo disoluto tú eres mi siervo, y sufriste mucho dolor - dijo Alá -. Si no fuera por ti, yo hubiera derribado a un castigo sobre la tierra. Pero solo por tu bien reemplacé  mi ira con la misericordia. Te nombro como mi profeta. Debes enviar al camino correcto a todos los impíos y los perdidos. ¡Restaurar tu gente al redil del Islam! ..
Al oír las palabras del Altísimo, el mullah se recordó de pronto del Komsomol, y en sus oídos sonaban insistentemente sus feas palabras: ". La religión – es el opio del pueblo"
- Oh, Alá es bueno y todopoderoso - Declaró EL Mullah.
- Voy a cumplir todas sus instrucciones, sólo quite de mis ojos a estos gritones del Komsomol. Pues se burlan de la fe, se ríen de mí, y componen canciones desagradables.
- Yo les tranquilizaré - dijo la voz.
- Y Karim?
- Y a Karim lo entregó en tus manos.
- ¿Y el maestro?
La voz no respondió durante mucho tiempo, entonces de alguna manera vaga dijo:
- Por encima de él, mi poder no se extiende. El maestro tiene otro dios ...
El alma regocijada del Mullah se volvió un tanto eclipsada con estas últimas palabras. "¿Cómo es posible esto - se preguntó -. ¿Es que no se suele decir, que Alá – es el señor del universo. Que él  es omnipotente? Ah, bueno ... Casi todo está en su poder. Él debe estar envejecido. Después de todo, desde la creación del mundo, él domina todo. Y el Komsomol levantó de hace poco la cabeza. Y probablemente su dios es tan joven como ellos. Y puesto que es  joven, por lo tanto no tiene experiencia, y no sabe tanto... "Estos pensamientos consolaban el mullah.
***
La Cúpula sobre su cabeza ... se abrió de repente, y vertió una luz brillante a su alrededor. Ni tuvo tiempo de sorprenderse de eso cuando una mano de alguien le trajo un caballo majestuoso. Era una yegua menos alta que un caballo común, pero significativamente más alta y corpulenta que una mula y por supuesto no tenía orejas tan grandes.
Una vez más desde algún lugar se oyó la voz:
- Mi siervo! Te envío un caballo alado. Camine en él hacia las ocho áreas del cielo. ¡Alégrate el alma!
Como líder  de la fe, al Baykan-mullah no le sorprendió este regalo. Además,  siempre sintió la necesidad de encontrarse cara a cara con Dios, para hablar con él de corazón a corazón. Ahora estaba particularmente preocupado de una cosa: si es que debido al  aumento en sus ingresos el Komsomol le impondrán  un impuesto adicional sobre él ...
Él se limitó solo  a levantar el pie en el estribo, cuando un tacto suave lo apoyó debajo de los brazos. Se dio vuelta. Una virgen alada con cara de luna y sol le sonrió suavemente a él.
- Yo soy Pery - dijo la doncella - y me enviaron a su servicio.
- Ella tomó el caballo por las riendas, batió sus alas y se fue volando. Y el caballo alado voló también. En un solo momento ella atravesó  los ocho sectores y llegó al Jardín del Edén.
- Este es el Jardín del Edén. Aquí viven y se deleitan los distinguidos invitados como usted – le cantó al Mullah la virgen del paraíso.
Los árboles en el jardín eran altos, y daban mucha sombra . Las ramas estaban dobladas por la gravedad de la fruta.
Varios pájaros extravagantes cantaban en el jardín. Tras los árboles, moviendo sus caderas navegaban más y más vírgenes con cara de luna y sol. Sus risas plateadas agitaban el alma.
- Todas estas son  las doncellas de Jardín de Edén ... – dijo Pery.
Estas se  alinearon frente al mullah, se inclinaron con respeto, con sus miradas bajas. Pero en este momento se escuchó la voz de Dios.
- Mi siervo! ¡Qué tristeza oprime tu alma?
El Mullah de alguna manera apartó su vista de las vírgenes y comenzó
a verter los jugos de su corazón que estuvo  anhelando durante mucho tiempo:
- Kodebay me grita, no me permite hacer los servicios memoriales y ni casar sin un documento del consejo del aul.
- Y Tobakabyl me grita. Me dice: yo soy el - Consejo del Pueblo,¡ deme una carreta!
- Y los del  Komsomol tratan de engañar a la gente. Dicen que el Mullah – es un sinvergüenza, un mentiroso. No le hagan caso. No le den beneficios.
- El ganado es escaso, y no hay ingresos ...
- ¡No tengo tiempo para escucharte durante mucho tiempo! Dígame solo  lo más importante! – Alá interrumpió al mullah.
La voz del creador, sonaba ahora exactamente como la de un empleado de oficina: "Danos tu cuento. No tengo tiempo. Hable ¬ corto! .. "
El Mullah se aferró  a la crin del caballo alado y se quejó:
- Tengo un único deseo.
- ¡Habla! Se realizará.
- ¡Hazme un hacedor de milagros ..!
Un trueno retumbó en el cielo, todo tembló, se balanceó. El Mullah se asustó.

La doncella sonrió.
- Se están reuniendo los arcángeles supremos. Se está preparando a un gran evento.
Esto fue seguido de un ruido como un silbido hecho por los  arcángeles que llegaron corriendo.

- ¿Qué quiere? Usted es el señor de la tierra! dijeron a coro.
El Mullah estaba triunfante. Miró a la doncella del Jardín de Edén, ella muy traviesa, comenzó con sus ojos a seducir y a atraer con todos sus encantos  al Mullah. La sangre se le despertó al Mullah e hizo un movimiento hacia ella, pero el caballo alado saltó a un lado y el pobre Baykan se cayó. Y sin tener tiempo de gritar se cayó en una hoguera  brillante que  quemaba ...
- Oh, pobrecito ¡morirás , te quemarás! -gritó alguien, despertándolo.
El Mullah abrió los ojos, pero en lugar de la doncellas del Jardín de Edén  que sostenía el caballo alado de la brida, al lado de su cabeza estaba su esposa - Aizhan. Y no sólo estaba sino que gritaba en forma habitual. En la casa había un  humo acre que flotaba en el ambiente. Había un olor a quemado. En el suelo chisporroteaba una llama.
- ¿Qué es?¿ Qué pasa? – el mullah dijo sorprendido.
- Miserable - Aizhan le arrancó el turbante -. ¿Supongo que no puedes dormir en la cama? ¡Te va a llevar el rosario! Mira: derribaste la lámpara. El kerosene estalló y el turbante ¡se empezó a quemar! ..
Se despertó el  mullah. El estimado turbante, que lo cuidaba  más que al honor y más que la memoria de su padre, estaba quemado hecho agujeros. El caftán colorido estaba empapado de queroseno y tenía un olor desagradable.
- ¡Vi un milagro! ¡Un Milagro! .. ¡Ah, malditos sean todos! ¡Quiero dormir, esposa. Dormir!
El mullah muy enojado arrojó el rosario con las piedras negras hacia el umbral ...

1925