Una noche pensativa de verano. El mes derrama en el suelo una tristeza de siglos. El cielo esta tan claro que no se ve ningún rastro de nubes. Las estrellas rojas, amarillas y verdes se mezclan en el cielo que parece esperar que de un momento a otro, la tierra empiece uno de sus hechos. Miran las estrellas al río que está dormido a la sombra del bosque. El río fluye por Carazhal, el lugar más bonito de todo Zhailao. Probablemente, esa es la causa de que todos los pueblos organicen su estacionamiento aquí a orillas del río. El río duerme respirando el fresco. Duermen las piedras enterradas en el suelo.
De repente, aparecen dos caballeros desde un lugar extraño que parece a la boca de un animal durmiendo. Ellos montan rapidamente hacia abajo. Uno de sus caballos es de color rojo y tiene la melena blanca, el otro es blanco. Los jinetes no hablan, van en pleno silencio. Ellos guían a sus caballos tirando de las riendas y los dirigen a un prado suave. Los caballos bellos moviendo sus cabezas corren bruscamente en la noche fresca. Parece que están a punto de tirar a los jinetes.
El caballero que monta al caballo rojo pasa por la sombra de una piedra rocosa. Ante él se ha abierto el Karadzal que se ha azulado por la luz de la luna. Él se ajustó el gorro hasta las orejas y después se lo quitó completamente. Suspiró tomando el aire al pecho profundamente. El brillo de la luna cayó en su cara. Lasenredadas trenzas de su pelo rizado cierran su frente pálida. Debajo de su abrigo negro son visibles su camisa blanca y el chaleco negro. .Este joven se siente un héroe. Le acompaña el amor. Ellos van al pueblo de Zhakip. El chico sobre el caballo ojo se llama Kabish. Él ha terminado la escuela secundaria y ha llegado a casa porque está de vacaciones, él es muy conocido en su región por ser un chico inteligente. Allí, la gente es interesante por su alto nivel cultural. Su amigo Zhumatay admira el valle azul mesando su barba puntiaguda. Él está siempre con Kabish y nunca lo deja solo.
Kabish tiene un secreto en su corazón y esa es la causa que le hizo regresar a la¿al hogar de su infancia. El joven estudiaba en una ciudad lejana pero no podía olvidar los ojos negros de la bella Zhamesh.
Zhamesh era su sueño secreto y su tristeza. Cuando el vivía lejos de su casa, la muchacha le atraía como una ilusión. Pasaban los año,s pero sus sentimientos no se enfriaban como no se enfría la gota de sangre que cae en la nieve. Muchas cartas fueron escritas por él durante estos años pero sin ninguna respuesta. Y así, vivía su vida soñando. El verano pasado fue muy triste para el chico. Solamente en el día de su partida recibió una carta de la muchacha. Ella solamente escribió unas palabras. ”El futuro lo mostrará todo”. – prometía vagamente ella. Ha pasado el invierno y él corría de nuevo detrás de su sueño. Él está seguro que una chica no puede ser tan orgullosa e intangible y que llegará el día en que ella también piense en su futuro. Pero ya era muy tarde, su amor era ya novia de otro. Era la novia del rico Kenzhehana. Cuando se enteró de ello él no lo creía. Solamente pensaba que le engañaban, se reían de él pero cuando supo toda la verdad se sintió doblemente herido. La muchacha se casaba por su voluntad y su novio tenía 50 años. No quiso escuchar los consejos de sus hermanos y su nuera porque su mejor consejera era su abuela. Lo que decía ella era verdad. Y junto a la abuela su padre. Así, la chica decidió hacerse la segunda esposa de Kenzhehana.
Hace 5 años que Kenzhehana se casó con otra chica de este pueblo. Ella era la hermana mayor de Zhamesh. Pero ella murió está primavera dejando a sus hijos. Su hermana era una mujer muy caprichosa y voluntariosa, metía en todos los asuntos de su rica economía. Y en el momento de su muerte habia expresó su última voluntad “no quiero que mi cama sea ocupada por otra persona que no sea mi hermana Zhamesh. Debéis respetarme y dar mi lugar a ella. “ Así Zhamesh se prometió con el esposo de su hermana. Sus padres declararon que la boda debía tener lugar en su pueblo. Ha llegado Kenzhehana para su novia y por la noche llegó también Kabish para que vea a su amante por última vez. Él esta muy ofendido, como si hubieran aplastado su corazón con una pierna negra. Pero su amor es tan fuerte como siempre, que este ella siempre tan lejos y tan fría, que importa. Una fuerza incomprensible le empuja siempre a esta belleza ajena.
¿Qué interesa a las muchachas actuales en el pueblo? Claro, encontrar a un joven bello y bien educado. Las muchachas actuales aprecian mucho la cortesía y a los chicos que visten moderno. Están listas para la bendición de sus padres y a sus novios prometidos y dejar todo para conseguir su amor. Ella no acepta esos dones de Kabish y trata de escaparse de él. Se va con este viejo olvidando su futuro. Su conducta es un ejemplo para los jóvenes, sus aspiraciones, sus sueños y sus pensamientos.
Pero que había pasado con ella que acaso este viejo era mucho mejor que el pobre Kabish. Eso era un misterio para el joven. El amor, los celos y la malicia hervían en en su interior pero no perdía la esperanza. Zhumatay quería ayudar a su amigo y por eso fue al pueblo de Zhakipa. El habló con la nuera de Zhamesh y le dijo .
-Que esperen por la noche en el bosque a las afueras del pueblo. A ver si hay suerte y ella cambia su decisión cuando esté a solas con Kabish. Bueno, pase lo que pase que estén ahí. Cuando todos se vayan a dormir la llevaré al bosque”.
Les queda una caminata por el sendero montañoso para que vean el pueblo que está durmiendo a la orilla del río. El corazón de Kabish se quedo inmóvil. ¿Y si todo eso es un engaño? ¿y si ella llega y empieza a alabar a su viejo marido? Sea lo que sea. Le da igual. Lo más importante es que él va a encontrarse con esta chica, tan clara como el brillo de la luna. Por lo menos podré verla, hablar con ella - esto habría sido para él sólo un sueño hace unos años.
- Zhumatay ¿De verdad vamos a ver a Zhamesh? - mirado al compañero, dijo él. ¿ no nos habrá engañado Bibish? ¿Puede Zhamesh cambiarse tan rápidamente? ¿Y de verdad querrá verme en plena noche? Ella ahora es completamente lejana, y el pueblo está mas frío. ¡Ayudame, Zhumatay, responde mis dudas!
Zhumatay es un muchacho muy listo. Él sabe muy bien la tristeza de kabish. Él podrá consolar a su joven amigo. No sonríe en vano.
- No te preocupes, Kabish. Ella es una muchacha caprichosa, con la cabeza llena de pájaros. Ayer se fue con el viejo y hoy se irá con nosotros. Ahora, todo depende de ti. Debes ser más atrevido. Hoy ella comprenderá lo que es el amor de un jinete del Cáucaso y después que corra como una cabra salvaje.
- Puede que tengas razón, ella lamentará lo que había hecho.
- ¡Que sí! - respondió con seguridad Zhumatay. – Me dí cuenta esta mañana, cuando hablaba con Bibish. Créeme, la muchacha tiene prisa para verte. Y ahora cállate que hemos llegado. Déjame pensar donde dejar a los caballos.
Los jóvenes esperaron a la izquierda del río para que nadie les viera desde el pueblo, parados entre los troncos. Se escondieron en la oscuridad mirando hacia el pueblo. Ha llegado la hora de la cita. La noche contemplaba a la luna en el pleno silencio. Como si pidiera perdón por las amargas palabras de reproche que en cada momento podría decir Kebash. Él quería todavía a Zhamesh. ¡Como la quería!
Silencio. No se oye ninguna voz. No ladran los perros. Todos están dormidos. Kabish se ha olvidado de sus dudas porque la música del amor suena en su corazón. ¿Y qué va a ocurrir después? Zhumatay es un compañero fiel. Su corazón esté libre, las chicas guapas no pueden robarlo. Atentamente escucha los sonidos de la noche pensando en sus caballos. Pero Kabish no nota nada. Él sueña con Zhamesh. El caballo rojo escapó de la oscuridad .El enamorado se encontró en campo abierto. Parece que el silencio aburrió al caballo, que empezó a comer la avena del saco moviendo su cabeza. Movió su cuello, y batiendo sus cascos en la tierra empezó a bufar. Kabish volvió en si y dio un golpe al caballo. Todo ocurrió tan rápido que Zhumatay apenas pudo decir: «Pequeño, cálmate- el aúl esta al lado». El caballo rojo, rompió un pequeño arbol. Los perros comenzaron a ladrar y se echaron al río. Ahora todos saldrán de sus casas hasta que amanezca. “Debemos volver antes que sea tarde’ decidió Kabish.
Pero Zhumatay le ordenó.
-Quédate y no te muevas. No temas, los perros no llegarán aquí no podrán pasar el río. Y ten cuidado Kabish.
Kabish le obedeció. Y de verdad los perros no pasaron el río. El guardián gritaba asustado pero unas horas después su voz ya no se oía. Como si estuviera persuadiéndose que todo está bien. Todo se tranquilizo. Solamente el guardián ladraba. Guardaba la riqueza de su pueblo. «No se alarme, mi amo, nadie podrá encontrar nuestro tesoro”.
-¿Y si Kenzhehan y Zhakip han puesto a este perro para que nos moleste?
Este perro parecía el único obstáculo en su camino hacia el amor, pero si la chica llega sin tener miedo de nada, kabish no le dirá ni una palabra ofensiva.
¡Ah, Zhumatay! El aúl me parece de nuevo lejano. Como si lo hubiesen puesto en una alta montaña con nieve, donde no pueda subir nadie. Este perro negro se parece al espíritu del diablo. Escucho como me dice “no habrá en ti felicidad, Kabysh”
- ¡Eres muy cohibido! - se ha echado a reír Zhumatay. – ten un poco de paciencia hombre.
El tiempo pasaba. Y de verdad, se calló el perro. Zhumatay ha llevado a los caballos más allá, en el follaje. Ahora es necesario ir al lugar acordado, donde Bibish debe llevar a la muchacha. Ten paciencia kabish, ya vas a verla.
¿Pero qué pasó con Zhamesh? ¿Por qué regaló su juventud a Kenzhehanu?
Todo había sucedido inesperadamente. No pensaba en el matrimonio. ¡Y de repente los consuegros! Kenzhehan, el marido de su hermana que había muerto, llamaba a Zhamesh a ser su mujer. Los parientes querían también lo mismo Y ellos siempre tienen razón.
En Moyyldinsky no existe una chica que sea más obediente que Zhamesh. Ella mira a todo con los ojos de su abuela. Y no solo ella. Todos en el aúl de Zhakipa miran con los ojos de Maken, escuchan por sus orejas, repiten sus palabras. La abuela es la dueña del aúl, con una mentalidad de hombre. Todos en el pueblo respetan su palabra. Zhamesh estuvo a su lado desde su niñez. Todos temen decir algo contra su abuela. Incluso su madre que ya tenía bastante edad todavía tiembla ante su suegra. Su padre no hace nada sin pedir consejo a la abuela. Quien llega al pueblo, siempre se dirige a la casa de maken. Baybishe Maken siempre expresa su opinión: diciendo qué es bueno y qué no. El aúl ya esta acostumbrado con su ama tan valiente y cumple todo lo que ella les manda. Por esta razón, ella se convirtió en una mujer muy presumida. No le gusta cuando alaban a otras personas. Los mejores están en su pueblo, los demás no pueden tener ningunas ventajas. Zhamesh era la segundo Maken. La diferencia entre ellas sólo era que una comenzaba la vida y la otra la acababa. Zhamesh no puede soportar la superioridad de otros, a ella le resulta más fácil reprender, que alabar. Cree a si misma y a su abuela. Su abuela era una referencia para ella. Visitan otros pueblos, y después empiezan a chismear de lo que habían visto. Los consejos de otras personas pasaban delante de sus orejas sin dejar ninguna huella.
En los últimos años ocurrían cosas muy raras: la joven muchacha podría elegir al marido, el marido podría dejar a su mujer y escapar con su amante. «¿Quién actúa así? – decía Maken. ¡Solo las muchachas inmorales! ¿Y por qué? Es la culpa de sus antepasados “.
Pero la abuela veía la raíz del mal en la educación. Estos "científicos" no sirven de nada. Entre ellos estaba el nieto de Maken, el hermano de Zhamesh. Maken , hablando sobre él, decía “Nunca he visto a alguien que lograra algo con su educación. Y este chico tampoco va a lograrlo. El ya no existe para nosotros. que viva como le da la gana pero no quiero que los demás aprendan algo de él. Esas palabras desgraciadas a veces fueran dichas por Kabish.
Así vivía Zhamesh con su abuela y nunca se separaba de ella. Nadie le decía que mirara a su alrededor y escuchara los consejos de los demás.
Al contrario, la madre y el padre no se cansaban de insistir en que ella debía de aprender lo que pudiese hasta que su abuela se muriera. La vieja hablaba con Zhamesh de todo pero callaba sobre su futuro y además, a Zhamesh, eso no la interesaba. Si la abuela calla, entonces así es necesario. Zhamesh era una ama muy buena y comprendía los asuntos económicos. Todos la querian porque ella siempre encontraba la palabra adecuada independientemente que hablara con una mujer, con su vecino o con un pastor. Todos decían que ella no se parecía a los demás
A Zhamesh le gustaba la ropa antigua. Le gustaban las mangas anchas, el dobladillo ancho, el vestido comfortable. Todos la admiraban porque parecia alas muchachas de los tiempos remotos.
No le gustaba cuando las jóvenes miraban a la vida como si fuera un juego. Alguien huye, alguien corre capturando a otro. La abuela tiene razón, todos son inmorales! ¿Y qué consiguen estos enamorados? ¿Por qué quieren que les maldigan? ¿Sufrirán la vergüenza, se quedarán vivir juntos - y bien, y que? ¿Acaso es mejor su vida, que la de los demás? Zhamesh no notaba que alguien que había huido con su amante consiguiese una vida mejor que los que han sido obedientes. ¡La mujer pertenece a su hombre y punto! La tía debe ser ordinaria, obediente, resignada. Y si no se lleva como todos - aún peor. Y ahora todos han perdido completamente la razón porque que se han escapado con estos "científicos”. Y Zhamesh pensaba con más seguridad: no, no necesitaba a la nueva vida.
Su hermana tenía suerte de verdad. Y Zhamesh ha hablado mucho sobre ella con su abuela. La hermana era cuatro años mayor que Zhamesh. Cuando la querían casar con Kenzhehana - se oponía, no quería al anciano. ¡La segunda mujer! Pero la abuela la ha persuadido, ha ahuyentado sus dudas. Durante la boda trató de esconderse de kenzshehada. Pero se había establecido después en un nuevo aúl, había pasado un año y ella cambió totalmente. Respetaba a Kenzhehana. Solamente hablaba de sus dignidades. Probablemente, por eso kenzheba la dio todo su poder.¡Su hermana era un ejemplo para Zhamesh! Maken no se cansaba de alabar a Kadishu.
La primera mujer de Kenzhehana era ya vieja, no se atrevía a decir una palabra. No se entrometía en nada.
Kadisha era la dueña de los rebaños enormes. Si estaba aburrida – invitaba a la gente a su casa, a los jóvenes y a los viejos, las muchachas y mujeres e inventaba diferentes juegos. Su vida parecía a Zhamesh una fiesta.
Kenzhehan admiraba a su mujer. Siempre tenía prisa por volver a su casa para ver su a mujer. kadisha era muy libre con los invitados, las personas grandes del aúl: se reía, bromeaba, agasajaba. En ninguna parte recibían así a los invitados. “Vives como en el paraíso.” Le decía maken. Cada año Zhamesh y su abuela iban de visita a Kadishi y estaban en su casa por unos meses. Y cada vez, no importa fuera el invierno o el verano, su casa parecía a Zhamesh alegre y confortable. La caza, los saltos - todo se convertía en una fiesta para Kadishi. «Esto es la felicidad», - explicaba Maken.
Zhamesh tenía un respeto profundo hacia su viejo yerno. Las personas respetadas inclinaban las cabezas cuando Kenzhehan entraba en el pueblo con su caballo rodeado por muchos jinetes. Pensar solamente: su hermana era la persona más querida de este hombre. En el corazón de Zhamesh crecía el orgullo.
Y él, el yerno, era guapo. En su barba corrían las canas, y le faltaban tres incisivos - no lo hacían feo. Esto hasta lo adornaba. Maken alababa a menudo a Kadishe, la figura buena de Kenzhehana, y Zhamesh, claro, todo esto lo oía.
¡No, la hermana era feliz! En estos cinco años ella nunca estuvo triste.
¿Por qué preocuparse? Kenzhehan la pedía entrar en su casa. Sobre mismo rogaba, muriendo, la hermana. Los consejos de la abuela no habían sido en vano. Durante toda la vida preparó a la muchacha para esto. Y ahora en un instante, algo mataba a Zhamesh. Su hermano Kasim protestaba:
«¡Basta con las desgracias de Kadishi, Zhamesh no te vayas!» ¿” Qué desgracia? ¿Que sabe Kasym?”pensaba Zhamesh. No quería escuchar ni una palabra de él..
Pero Kasym lo sabía todo. Él ha enviado en secreto a un hombre para saber que pasa con su hermana: “Hija, no veía ninguna felicidad en Kadisha, todo era mentira, todo era para aparentar. Nuestra hermana me contaba sobre sus sufrimientos. Estabas cegada por el brillo de los festejos, no habías notado la tristeza en el corazón de la hermana .Porque ella no lo mostró a nadie incluso a nuestra abuela .Piensa en eso, hermana”
Y Zhamesh pidió consejo. ¿Con quién? Con la abuela, claro. Aquí está la respuesta: Ese no es tu problema Kasim “
Han pasado así dos meses. Y ayer fue su boda. Muchas personas habian llegado. De todos los alrededores. La boda era muy ruidosa y alegre. El pueblo, habiendo honrado al novio y la novia sailó de la casa. Llegó la noche.
Hace mucho tiempo que Kenzhehan habia sido para ella el yerno mayor, respetado, como un tío o un padre. Esta noche Zhamesh se dió cuenta de lo que le había advertido su hermano.
¿Qué ha pasado con Zhamesh esta noche? Nadie lo sabía. No contaba nada a nadie, ni a su nuera Bibish. Ha salido muy temprano de la yurta de su marido. Se acercó a la abuela, y acostó junto a ella. No dormía, suspiraba solamente, sufría, como si hubiera tomado veneno. Después se levantó, llamó a Bibish y la llevó por la colina. No contó nada, comenzó a llorar y de repente la dijo.
- Quiero ver a Kabysha.
Bibish se ha asombrado. ¿Cómo comprender estas palabras? Zhamesh, que siempre estaba acostumbrada a mandar, dijó:
- No arranques la verdad. Hoy no te diré nada. Debo encontrarme con Kabyshem, que durante tanto tiempo espera a mi respuesta. Nadie lo sabrá y no pasará nada. Cuando lo encuentres, avísame. Bibish ha interpretado a su manera estas palabras – pensó que ella sentía algo por el joven y decidió ayudarles. Ha pasado un día. Por la tarde, a Kenzhehana le han invitado a un pueblo conocido. Si eres esposo, eso no significa que debes olvidarte de todo. Ha ido él con todos los invitados. Ha dejado a Zhamesh en la casa.
Llegó tranquilamente la noche. Kabish con el compañero llegaron al pueblo. Bibish y la joven mujer de Kenzhehana estaban ahora en la yurta de Kasyma conversando silenciosamente. Duerme el pueblo. Los jinetes del Cáucaso deben acercarse ya. Han comenzado a ladrar los perros. Bibish, apretando la mano de la amiga, ha susurrado:
- Ellos... Ah, tienen prisa, ¿No lo entiendes?....
- ¡Deja de preocuparte por ellos !.¿-Piensas que esa es su primera cita?
Zhamesh se ha molestado.
No con Kabysha, está irritanda Zhamesh. La irritan las palabras de su nuera. El ruido en el pueblo se ha calmado, todos se han tranquilizado. Y Zhamesh, tirando a Bibish de la manga, le ordeno:
- ¡Ahora llévame allá!.
Poniendo el negro chapan en su cabeza siguió a Bibish.
En el oscuro silencio, los pasos de Zhamesh han sonado junto a monedas en su ropa. Pero más fuerte golpea su corazón. Golpea y canta, como un pajaro libre .Está cerrada la puerta de la yurta blanca. La luna saluda a la bella mujer. La cara de Zhamesh está pálida.
- ¡Rápido, rápido! Suspira, apretando la mano de Bibish.
1925