Con la formación de la finca la “Nueva vida” los cambios en la vida de la aldea no ha ocurrido. Solo el que se ha llamado simplemente comisionado, ha llegado rápidamente y recogió a todos los aldeanos y ha hecho el informe, y después «Quien desea entrar en el koljós - ahora a mí me han enviado organizar a las personas».
A la reunión ha llegado todo la aldea, hasta las mujeres no se han mostrado remisas para llegar. Porque el asunto en todos agitaba la misma pregunta: «¿Que será de nosotros?». Objetar, sin embargo, autorizadamente nadie se decidía, y por el koljós han votado sofocadamente. Por presidente han elegido a Kalkaya, por secretario a Kudebeka.
La autorizado la metieron en la cartera de los cautivos de la reunión, la lista de los nuevos miembros y a casita.
Ocurrió esto en noviembre. Y poco tiempo después ha comenzado la hora
- El acopio de la carne para el invierno. En cada casa bukazani, y en ellos se cocía la carne. Ha ido por la glotonería, el jaleo, visitaría. Alguien ha emprendido, alguien hasta ha dado a la hija en matrimonio. La vida corría por el lecho habitual.
Pero una vez Kadyrbergen respetado ha informado:
- Ha llegado de nuevo alguien. De la región, el Comisionado, para hablar. Kalkay entreguen a alguien algo, me dijo, a mí el presidente del koljós Kalkay- y luego se marchó a fiesta de la aldea Danas.
La alarma aksakala ha pasado a otros.
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- Um, si él de la región, y además autorizado, no saldrá tan simplemente. Remachará, coserá en Kalkaya la acta de arshín.
Estos recelos no se han justificado, sin embargo. El comisionado, sonriendo, ha conversado simplemente con las personas, ha hablado sobre los asuntos, sobre el koljós, sobre las obligaciones de la dirección koljosiana.
- Bien, el camino, - ha dicho cariñosamente a Kadyrbergen, acompañándolo. - todas tus instrucciones hasta la palabra entregaremos al presidente y el secretario de la dirección. Y ahora están corriendo por unos asuntos por la aldea.
Habiendo conocido sobre la llegada del Comisionado, Kalkay ha reflexionado; era él el jinete del Cáucaso ágil y bastante inteligente. Lo único malo: instrucción no sabía. De los cuarenta años de él más de diez años trabajo para el bay. Aquí solamente en los últimos dos-tres años por la persona ha sentido, ha comenzado a comprender que es bueno y que es malo. Además en aquella aldea, donde él ha llegado de visita, estaba organizado también el koljós, y su presidente se encontraba entre los conocido de los antiguos Kalkaya. Y bien, y ha invitado, como es usual, él estando de visita en casa, ha puesto al corriente de todos los asuntos, ha mostrado la dirección. De nada dirías: ¡esto era una oficina completamente decente!
- De esta es la forma en que vivimos. ¿Y cómo estas? – Ha pregunta al final el presidente. - Ha preguntado en el fin el presidente.
Y Kalkay se ha quedado callado, pues compartir con él no había nada, en realidad, no hay nada para que contar.
... Habiendo vuelto, Kalkay ha invitado a la asamblea general. En Karachoke vivían treinta y cinco familias, de ellos solamente tres no eran miembros del koljós. Otro se han inscrito en el koljós desde las pequeñas hasta las grandes. Más exactamente, no se han inscrito, y han levantado simplemente las manos, como el Comisionado quería. Ha recordado, él entonces y las ha anotado a algunos, pero la lista la ha tomado consigo, y a Kalkaya nada le quedó. Solamente él sabía que en aquella reunión se ha elegido el presidente del consejo administrativo. Y todavía - que ha llamado al koljós con el nombre de la “Nueva vida”. Y firmemente
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por todo él sabía que Kudebek es su secretario. Y eso es todo. Más grandes aferrarse a ello no había más razón.
La gente se apilaron hasta los topes en la casa. Dos jinetes del Cáucaso Jacques y Sartay se han colapsado intencionalmente en el lugar de honor. ¿Y de que de tener vergüenza, a quien había que mirar?. Extraños no habían, Comisionados no habían, y la reunión es hecha también con los suyos.
- ¡Y bien, vamos!. ¡Cuales son los asuntos de usted allí! – entonces comenzó Jacques. Los rumores y las conversaciones en seguida cesaron.
- Antes de hablar sobre el asunto, quiero aquí algo preguntar, - ha dicho Erzhan y se ha bajado hasta las rodillas. -¿por qué así - porqué tiene que ser la reunión, tan obligatoria en mi casa? ¿Que, otras casas no existen, si ó no?
- Sobre la casa, Erzhan, mejor cállate. Escucharemos primero que el koljós dirá, - ha notado, malévolamente sonriendo, Zhusup. - se ve, que algo importante desean informarnos. Y los tiempos, cuando era posible hablar sobre la casa, han pasado. ¡Si el koljós exige, no solamente su casa, y la agüela dará!
Las personas se han puesto como moscas. Jacques, que estaba acostado de lado, se ha levantado y ha preguntado:
- ¿Que quieres decir con estos?!
- ¡Aquí lo que has oído!. Que el koljós ha entrado, ahora los caudales de lágrimas verterán.
Las personas se han miradas con perplejidad unos a otros: «¿Como que es esto?». La vieja negra que se ha sentado cerca de la estufa, aterrorizada ha susurrado: «¡En nombre de alá!»¡, «Libéranos, аlá!».
- ¡Tranquilizasen!. Quien azuza Zhusupa, nosotros sabemos bien, - ha dicho el presidente. - solamente en vano él trata de botarnos del buen camino. ¡De una vez ya que nos hemos decidido convertirnos en una granja colectiva es decir koljós, nuestro palabra es inalterable!. ¿Así es?.
- Así tú, puedes, y has decidido. ¿Cómo?. ¡Jefe! - no dejo de susurrar Zhusup. - Aquí, excepto tú, poco probable a alguien el koljós le apetece.
- ¡Ti, Zhusup, al pueblo no enturbies!. Las personas misma que digan. ¿Hablen, hemos votados por el koljós?. - Ha preguntado el presidente.
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- Sí había esto... Levantamos nuestras manos.
Las votos fueron de mala gana, y fueron de ellos no mucho - dos - tres personas, no más.
Pero poco a poco las personas se han animado, han comenzado a hablar, hasta han comenzado a vocear. Algunos han visitado ya la aldea, en la que fue creado el koljós, otros veían algo con sus propios ojos, sin embargo nadie no podía decir nada extraño sobre el koljós. Y Zhusupa no querían escuchar. Entonces Kalkay de nuevo ha preguntado: ¿seremos o no seremos del koljós?.
- ¡Seremos!. - ha dicho categóricamente Jacques.
- ¿Y de que otra forma?. - Ha apoyado su Arystan. -¿Y adonde todavía el hombre pobre puede ir, cómo no al koljós?.
- ¡Adelante , adelante! - ha gritado Zhusup desde la esquina. - ¡en seguida en ello se enriquecerán!.
Cuando Kalkay ha invitado a la reunión, él aun todavía no tenían claro que él diría, que trabajo fijaría, y ahora de repente todas las preguntas se han decidido como por sí solas. Escuchando las exclamaciones de Zhusupa, él con esto se enrojecía, blanqueaba, pero hasta el final no se pudo contener.
- ¡Zhusup, muerde la lengua!. - ha gritado él. - sino entonces te echaré de la reunión.
Zhusup y así y se aferro de él:
- ¡Oye! ¡ Tenga cuidado , querida!.
- Que tengo que obrar con prudencia. ¡Los secuaces del Bay todavía a nosotros no nos bastan!. ¡O se está quieto, o menea!.
- ¿Y quien ha concedido a ti semejante derecho?.
- ¿Que nosotros - dirijamos, comprendes?. ¿Que podemos componer a ti la acta y hasta bajo el tribunal darte, comprendes?!. - Ahogándose de la malicia, ha notado el secretario Kudebek. Él no era fuerte en las leyes pero que en sus manos ahora había algo de poder, él esto sabía.
Ahora todos se han entusiasmado. Se han acordado de todos los pecados de Zhusupa. Y a su padre han recordado también. Los han estimado por la justicia. Y la infamia de Zhusupa cada vez bajaba el platillo de la balanza. Resultó, así como él mismo de
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los bays y bies. Y ahora todavía con los bays shury-mury anda. Tuvo que Zhusupa a la fuerza callarse.
Hicieron ruido, se acaloraron, pero al fin han decidido:
- ¡"La nueva vida" será el koljós real!. ¡Que en el koljós – se haga la dirección que se instale en la casa de Alima!.
Sobre lo que se debe anotar de la decisión de la reunión, Kalkay se ha acordado, cuando han comenzado a irse ya. Tuvo que hacer que los ancianos respetados devolver de la mitad del camino. Han sacado el papel, han encontrado un lápiz. Kudebek ha compuesto la decisión. Al final de todo cada uno de ellos ha arañado con su firma. Erzheke en la vida ni una letra no sabía, por eso él ha puesto con el pulgar del dedo gordo por la mugrienta kazan, ha aplicado a la decisión y se miraba el ancho, sucio, pero estaba impresión exacta del pulgar. Al otro día en la casa de Alima han hecho la oficina de la dirección del koljos. Los jinetes del Cáucaso de la aldea han traído de la casa Azhigereya una mesa grande, han conseguido unas tablas y la han clavado a en las patas de ella. Ha resultado una banca. Kalkay y Kudebek se han encargado del papel, la tinta, la pluma. Alguien han encontrado los periódicos viejos «Enbekshi el kazajo». De ellos cortaban los retratos de los jefes e inmediatamente han colgado en las paredes. No consiguieron mirar a su alrededor, como la casa de Alima se había convertido en una oficina. Dispersando aquí y allí las tazas, las bandejas, la escudilla, el cubo - todos lo han puesto en el rincón cerca de la puerta.
- ¡Y bien, Kalkay, se sienta aquí, como es conveniente a los jefes! - ha dicho Hasen, habiendo hecho sentar al presidente a la mesa en el centro. Se ha juntado de costado Kudebek.
- ¿Que haremos después?.
Esto usted lo sabe mejor, - ha suspirado Hasen.
- Ya que hay de una vez la oficina, entonces es necesario escribir. Creo así, - ha notado Abish.
- ¡Escribe!. ¡Y primero anótame a mi! - se ha acercado a la mesa, Erzheke...
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Así comenzó el primer día de trabajo de la granja colectiva (koljós) "Nueva Vida". La historia del koljós ha comenzado con el primero de la lista la cual se ha inscrito Erzheke.
Desde la calle ... oído el crujido del trineo, la gente hablaban .
- ¿Quién es?
Entró el Comisionado.
- Apyrmay , sí , ya veo, bien hecho!. Y así debería deben obrar los verdaderos jinetes del Cáucaso – se puso feliz el Comisionado.
Desde entonces la casa de Alima nunca estaba vacía. Aquí se agolpaban constantemente las personas, se componían los papeles, hervía el trabajo. Comprar arnés de los caballos, maquinaria agrícola - todos se tomaba en cuenta. Y nadie se asustaba, no se objetaba, nada se oculta. Todo era ahora de uno y de todos. Y al recuento se tomaba no como alguien ajeno, sino a su dirección.
Pero una vez se ha acercado Hassen y ha metido en la mano a Kalkay un trozo de papel. Kalkay ha mirado con perplejidad esto, el papel, y a Hasen hosco. El papel estaba arrugado, con unos garrapatos incomprensibles de lápiz.
- ¡Explicmea ¿qué es esto?, ¡claramente! - ha exigido Kalkay.
- La declaración esta. La mujer divorciarse quiere. Zhusup la convenció. Quiero a Zhusupa entregar a los tribunales.
La moza redondete, rojiza con ojos llorosos, balbuceó y con cara rabiosa se dirigido resueltamente hacia la mesa.
- ¡Devuelvan inmediatamente a mi hombre! - ha dicho ella.
- ¿Um, y quien a él le atenta?.
- Nadie atenta, pero dénmelo simplemente a mí atrás. Exclúyanlo de su guardia. No estoy conforme hacerse una mujer para todos.
Y se hecho a llorar.
Y todos han comprendido, de donde ha soplado el viento. Kalkay la ha recibido tranquilamente a ella le ha explicado tanto como y que, pero la mujer aún más se ha puesto a llorar. En este momento apareció el marido explotando y ofendido.
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- ¡Sí ella es estúpida!. ¡Nada en la mollera a ella le cabe! - gritaba Hasen.
- Me divorciaré de ella, y del koljós no me iré. ¡Zhulsupa vil bajo el tribunal te entregaré da lo mismo!.
La desgracia ha pasado por la noche, cuando todo la aldea dormía ya. De repente los reflejos ardientes se han puesto a danzar por las ventanas oscuras de las casas. Y alguien ha gritado: «¡el Incendio!. ¡La oficina arde!». Se han reunido rápidamente todo los de la aldea. Han comenzado a retumbar los cubos. Con las palas echaban la nieve al fuego. Las llamas han apagado pronto, fuego se marchitó, pero mucho tiempo chisporroteaban todavía los tizones, nadaba el humo negro y había un tufo. Ha ardido solamente el porche.
- ¿Y que malvado las manos solamente se le ha levantado para esto?!.
- Ha preguntado con cólera la vieja Ziba. - ¡Para que su casa ardiera!.
- Da todos modo no escapará él del castigo. ¡Responderá íntegramente! - ha prometido Erzheke. Él todavía no podía cobrar el aliento.
***
La gente se levantó y miró el cielo primaveral. En el cielo, se elevaban, las nubes negras, y Erzheke dijo con una sonrisa:
- Ah, la primavera, la primavera de color rojo!. Mi alma es feliz!.
- La lluvia de primavera – el paraíso – sostenía su chaqueta.
- Él es como el oro!.
Sobre el patio koljosiano de la granja colectiva había mucha gente. Se preparaba la asamblea general. Estaban en fila los nuevos arados, por la cadenita se han alineado las sembradoras.
- ¿Niños que es este chunche?. Es primera vez que veo tal cosa, - sonriendo, preguntaba Zhake y tocaba por el báculo el nuevo arado con dos rejas de arado. Todos los miembros del koljós se agolpaban inmediatamente. Entre ellos estaba la mujer de Hasen. Todavía recientemente bramaba a uno solamente con la palabra "koljós", y sonreía ahora hasta las orejas.
Declaro la asamblea general del koljós "Nueva Vida" abierta, - ha dicho Kalkay.
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Todos se sentaron tranquilamente. El presidente de la reunión eligió a Erzheke. Kudebek ha contado la cantidad de personas que se han reunido y con grandes letras ha sacado «la Acta №14».
El orador fuea Kalkan. Y el primer punto de la agenda fue incluida - plan de siembra.
- El distrito ha establecido junto con nosotros sembrar ciento cincuenta acres. Decidimos plantar doscientas. Las semillas hay, fuerza de tracción hay suficiente? .. - Preguntó él.
- ¡Muy bien!.
- ¡Si basta fuerza, se puede y aún más! - se han oído las voces aprobatorias.
- La segunda pregunta: la división de los koljosianos por los eslabones. El primer eslabón - ocho personas. El jefe de grupo - Hasen. El segundo eslabón - seis personas. El jefe de grupo - Abish...
- La tercera pregunta - el informe.
- ¿Y que es esto?.
- El informe es nuestra promesa a la región. La certificación sobre nuestra preparación para la campaña de siembra.
El presidente se ha levantado y ha dicho fuertemente: «Así cuento...» - y todo ahora le han quedado viendo. Le parecía, a algunas mujeres por primera vez que lo han visto rasgos gris, con manchas, con ojos de bitoque y enorme boca de pescado al secretario de la dirección. Alguien así mismo ha pensado, probablemente: «¡Y bien, y he visto a este bravo!».
Y el bravo leía: «los miembros del koljós "Nuevo Vida", informamos al comité ejecutivo regional: habiendo inscrito en el koljós, hemos unido el material de agricultura y a los animales de tiro; hemos limpiado las semillas en escabeche. Hasta la fecha , se tiene:
1. Reformado y preparado cinco arados, rastras cuatro, veinticinco arneses;
2. seleccionado para la plantación de veinticinco pares de bueyes y caballos ;
3. creado cinco grupos y se les asignará el líder del equipo ;
4. prenda sobre el plan para plantar otros cincuenta acres.
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Esto será nuestro regalo para la década de Kazajstán... ».
Еrzheke no ha esperado a se termine el informe, ha gritado:
- ¡Bien!. Han inventado bien: «¡Nuestro regalo a la década de Kazajstán!» Kudebek querido, anota todavía en el trozo de papel: ¡nuestro Erzheke respetado, - sí, sí, así escribe! - a pesar de que a ello ha pasado por sesenta - obligatoriamente indícalo, - para el refuerzo del koljós entra... e... Voluntariamente en este más... ¡artel!
¡Desde arriba por las nubes se ha oído el primer estrépito primaveral. La reunión sobre el patio koljosiano se ha encendido. En todo este momento aplaudida.
Y en el cielo el trueno retumbaba ya con todas las fuerzas. Le asentía el rumor entusiástico sobre el patio koljosiano. El rumor y el estrépito se hacía a veces. Parecía, competían por el poder.
- ¿Significa, que tomamos tal decisión?. - Ha preguntado Kalkay.
¡Sí!. ¡Sí!.
- ¡Entonces mañana salimos con los arados al campo!.
Y en este momento el primer aguacero primaveral bendito se ha derrumbado sobre la tierra.
1930.